Un jugador puede hacer levantar la bola de su compañero-competidor o de su contrario siempre que crea que puede interferir en su juego. Da igual que sea física o mentalmente. La jugadora “Z” está en su derecho de hacer levantar la bola de “X”. (Decisión 22/1).
Sin embargo el jugador “X” no tiene derecho alguno a aliviarse de la boca de riego solo porque mentalmente le moleste, incluso estando en su línea de juego. Únicamente lo tendría si la bola reposase en la obstrucción o interfiriese en su colocación o en su área de swing, que en el ejemplo que os mostramos no es el caso. (Decisión 24-2a/1).
Aprovecho también para recordaros la Regla 21. Cuando a requerimiento de la jugadora “Z” el jugador “X” levante su bola, éste no podrá limpiarla. Si lo hiciese tendría un golpe de penalidad.
La Regla 21 es muy sencilla y es conocida como “La Regla de las 3 íes”:
Salvo en el green (donde no hay limitación), una bola puede limpiarse cuando se levanta excepto si se hace:
a. Para determinar si está inservible para el juego,
b. Para identificación (en cuyo caso puede ser limpiada solamente lo necesario para identificarla),
c. Porque está ayudando o interfiriendo al juego.
Aprended bien estas tres palabras que empiezan por “ i ” y no confundidlas con otras, no vaya a ser que declaréis la bola injugable y empecéis a dudar si podéis o no limpiar la bola.
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